Esta mañana he salido a rodar 50' y mientras disfrutaba del paisaje, el sol, la ligera brisa y las buenas sensaciones que solemos tener cuando faltan 23 días para el MAPOMA y estamos a tope (gracias a Ricardo, nuestro entrenador, y a los duros entrenamientos de este invierno), por los cascos del Mp3 ha empezado a sonar una versión de la canción 'La vida es bella'.
Escuchando esa canción, que habla de lo bello que es vivir y que invita a no perder la ilusión, a soñar y a luchar hasta el final, han empezado a fluir todos los pensamientos que tan bien conocemos los maratonianos y que nos acompañan en nuestras largas caminatas (la soledad del corredor de fondo que tan bonita y tan necesaria es a veces para que 'tus pies te lleven hasta donde alcanza tu vista').
Y como no, he empezado a pensar en el próximo 25 de abril y en todos los que nos vamos a enfrentar ese día a los 42.195 metros y en nuestros amigos que esta vez no podrán hacerlo, pero que seguro nos animarán ese día y volverán a intentarlo en los próximos años.
Ahora mismo escribo esto mientras acompaño a mi madre en el hospital, que ya es como mi casa, y donde en estos 2 meses que mi madre lleva corriendo su particular maratón he visto tantas cosas, que siento que somos unos privilegiados porque tenemos lo más importante para estar ese día en la salida: SALUD.
He pensado en Cristina, mi mujer, que me ha acompañado y apoyado en los últimos 11 maratones de Madrid y que este año va a intentar terminarlo. También en mi amigo Juan, que aunque ha tenido un pequeño percance y no va a poder hacerlo este año, seguro que acompañara a Cristina unos km., nos animará a todos y él volverá a intentarlo en los próximos años, lo mismo que Alfonso y Alberto que superarán sus lesiones y volverán a correr a nuestro lado muy pronto. He recordado la lección de pundonor que nos dio Rosa el año pasado, terminando su primer maratón y cómo entrena este año para doctorarse con el segundo, a pesar de las lesiones que la persiguen, como a Jaime, que año tras año llega a la meta y aún tiene fuerzas para aliviar con sus manos nuestras innumerables contracturas y calambres si lo necesitamos.
También he recordado a los ilustres que seguro dejarán una vez más en buen lugar al Club Atletismo Leganés: los más veteranos como Fernando (leyenda viva> de los ultrafonfistas de Leganés); Sebastián (que seguro completará este año> su 10º mapoma); o Carmen, nuestro último fichaje que seguro que queda entre las primeras de su categoría. Y los figuras como Javi, Quique, Teo, José María o José Manuel que harán un gran papel. Un recuerdo especial para mi compañero de fatigas en varios maratones, Ricardo (seguro que este año me ganas otra vez) y para su hermano Nelson, con cierta envidia, porque va a disfrutar de ese maravilloso y único momento que sólo se puede tener una vez en la vida, cuando terminas el primer maratón. Como estoy seguro que le va suceder a Penélope, que gano una batalla mucho más importante por la vida hace unos años y que va a ganar esta, aunque ella tenga las lógicas dudas y temores que todos hemos tenido la primera vez, y nosotros estaremos allí para celebrar con ella su primer maratón.
Mentiría si dijera que no he pensado en mí mismo y me he visto corriendo otra vez ese increíble último km y 195 m. por el parque del Retiro y cruzando la meta. No puedo fallar porque Cristina y mis hijos, Sara y Carlos, me han regalado por mi 49 cumpleaños un cuadro con las 11 medallas del Mapoma y necesito la nº 12 para completarlo.
También quiero agradecer desde aquí su presencia a todos los voluntarios y, especialmente, a los de nuestro Club que este año estarán presentes en el km. 12,5 de carrera ayudándonos a conseguir nuestra ansiada meta.
Os espero a todos el 25 de abril en el Parque del Retiro y ya sabéis, como dice la canción: .'no pares de soñar y al fin sabrás lo bello que es vivir'.
Manuel Gutiérrez. Presidente Club Atletismo Leganés