Puedo decir que el objetivo de terminar el maratón, lo he cumplido, con esfuerzo y sufrimiento, pero lo he cumplido. Comienzo con el lio…

Después de los saludos de rigor y la visita al baño, nos disponemos en la línea de salida para ver bajar a los paracaidistas. Vaya espectáculo! Una saludo a Zerolito, que por fin coincido con él en una carrera y con el que tuve el placer de charlar en el primer tramo de la carrera. Ya leeré tu crónica!

Y en nada comenzaba el lio… Salí con Jaime con el que había pactado ir a un ritmo de 5:20 de media, dejando al resto de blogueros que iban a ir a 5:10 más o menos, intentando bajar sus marcas y otros poder acabar su primer maratón a ritmo mucho más lento. Queríamos ir despacio, reservando fuerzas para el final, por si a caso…Si, si…Y una leche!! Antes de adelantar acontecimientos quería contar que en el Bernabeu, donde nos separamos de los corredores del 10.000 casi se me salta una lágrima cuando escuchamos los aplausos de estos corredores confundidos con los gritos de “..Valientes!!” la verdad es que se me pusieron los pelos de punta y los ojos se me empañaron, fue un escalofrío de emoción. Que subidón!

Bueno, el resto de carrera fue así. Nos marcamos el primer 10.000 en 51:43 a una media de 5:10. Íbamos bien de fuerzas!

Me tomo mi primer gel de tres que llevaba para ir recuperando energía, pero no me sentó muy bien y eso que me lo tome despacio. Me dejó un poco revuelto el estómago durante toda la carrera. En esto que me llama mi mujer y me dice que ya están en el kilómetro 12 colocados, así que les digo que me queda poco y allí que nos hacemos una fotito! Gracias Jaime!!

Y seguimos hacia la media en un tiempo de 1:50:29. Seguimos yendo muy rápido. Intento frenar a Jaime pero se lanza a dar la mano a todos los chavales que encontraba y saltando a por todos los carteles que llevaba la gente, iba muy bien de fuerzas y su lesión le estaba respetando. Poco antes, en Sol, me llama mi mujer para decirme que por donde andaba que se habían colocado en el metro de Sol y yo le contesto que estábamos entrando en Sol!!! Por los pelos!!!

Así que otro besito y para delante!

Pasada la media me decido a tomar otro gel, pero le doy un par de sorbos y no me atrevo a terminarlo, así que lo tiro a la mitad y decido que no tomaría el tercero. Eso sí, bebiendo aquarius en todos los puestos de bebida.

Durante el trayecto me encuentro con varios amigos y la gente del Club, animando un montón. Eso sí que da fuerzas. MUCHAS GRACIAS CHICOS!!!!

Luego entramos en la Casa de Campo y lo que yo esperaba que fuera un desierto y un infierno, tampoco lo fue tanto. Hacía calor y sol, si, pero había un montón de gente animando, los del Club también! Pero cuantos habían venido???

Yo iba por la sombra entre los árboles y tampoco se me hizo tan mal como pensaba. Aquí se me cayó uno de los mitos de este maratón. Otro de mis mitos que se me cayó, fue Jaime, que me dijo que no podía más y que se quedaba, se encontraba algo raro y prefería parar. Durante el recorrido de la Casa de Campo escucho unas campanadas que creo que fueron del fruto del cansancio porque me hacían pensar en todos los que iban cayendo por el camino que no eran pocos ya. Creo que esto fue por el 27 más o menos, yo me encontraba cansado, pero no quería parar, así que le deje a su suerte (que mal compañero soy… perdona Jaime!) y seguí adelante a un ritmo más bajo y acorde con las sensaciones del momento. Salí en el kilómetro 30 en un tiempo de 2:40:47 con una media de 5:21 y más o menos entero todavía.

Me paraba en los avituallamientos para beber tranquilamente sin atragantarme y recuperaba un poco las fuerzas que ya iban escasas.

En el 35 voy un tramo andando porque me encuentro cansado y veo por lo menos a 4 personas tiradas en el suelo atendidas por el Samur, así que me acojono un poco y decido no forzar la máquina a pesar de que no supero las 160 pulsaciones y voy bien de respiración, son las piernas las que me fallaban y no querían correr más. Además la rodilla derecha empezaba a quejarse…

En el 35 paso en 3:11:25

Sigo corriendo, me digo que si paro al final, las piernas se van a acostumbrar y ya no van a querer correr más y todavía quedaba mucho.

Un esfuerzo más.

Ya en Embajadores me tengo que parar otra vez, iba bien de pulso sin pasar las 160 pulsaciones, pero las piernas no quieren correr. Además me encuentro con Jaime y decidimos seguir juntos poco a poco.

Según mi GPS camino 19:25 minutos.

Y así llegamos a Atocha y en Alfonso XII nos pasan Penelope, Edu, su amigo y además está la gente del Club apoyándonos desde la acera.

Subidón de moral y de energía!

Mis piernas que no querían correr ya se habían recuperado y salgo disparado como una flecha con los compis. Ya no me duele nada, quedan 2 kilómetros y no sé qué tiempo llevo, lo que sé es que ya voy bien y vamos hacia la gloria! En estos momentos me llama mi mujer para ver por dónde iba. Le digo que me quedan 10 minutos más o menos y que me vaya preparando al niño para entrar en meta con él.

Subimos Alfonso XII todo el equipo que quedaba unido. Me sentía acompañado.

Entramos por la puerta del Retiro y empezamos a acelerar. Las piernas ya van solas, sin dolor, la gente animando. Yo busco a mi hijo.

Seguimos acelerando cada vez más sin darnos cuenta, casi estamos sprintando! Se ven los arcos de llegada. Busco el que me había dicho mi mujer y encuentro a mi hijo sentado esperándome. Levanto los brazos para que me vea llegar.

Le recojo y salimos corriendo, quedan 200 metros y mi hijo de 4 años no quiere parar, a pesar de que creo que es mucha distancia para correrla seguida para él.Llegamos a la meta los dos juntos como unos campeones y él muy contento de “haber ganado”.Imaginaos como estaba yo!Entrar en meta con tu hijo y que se emocione tanto como tu, es increíble.Le entregan la medalla y se la queda como buen ganador que es. Es más, la tiene colgada de su habitación como si fuese suya.Claro que es tuya Campeón!!!Al final me sale un tiempo decente de 4:03:55

He de reconocer que he sufrido como el que más, teniendo ganas de abandonar y todo, pero al final he sabido sobreponerme para poder acabar dignamente este pedazo de maratón que nunca olvidaré.

Conclusiones: